La terraza: Fin de una historia inolvidable

Categoría: Coluna de María José
Localização: Aguas Dulces

Sé que por ley es obligación esperar 24 horas es el tiempo que necesitamos para digerir emocionalmente la ida del otro, la desaparición física, el no verlo nunca más… Por eso me tomé ese tiempo para darles la noticia: la terraza no era una persona, pero si el lugar físico de encuentro en el que simbolizamos lo inolvidable del verano por muchísimas generaciones.

Por suerte tuvo la sabiduría de alargar el desenlace, de adormecer y enfriar los sentimientos a tal punto que fue apaciguando las pasiones, aplacando en silencio todas esos sentimientos de pertenencia de todos los que la disfrutamos al máximo. El dolor y la frustración de todos aquellos que no nos entraba en la cabeza que alguien osara opinar que nuestra bandera era una lucha sin sentido.

Con el tiempo empezamos a ser menos... al punto de que un día, casi sin darnos cuenta y con el pasar de los meses y los años simplemente éramos “4 gatos locos” defendiendo un lugar en ruinas que ni por asomo reflejaba la mochila llena de recuerdos que nos negábamos a soltar.

Dolió llegar a la conclusión de que ya no había lucha, de que transitábamos por un camino paralelo a la realidad, que esa mochila de cierres rotos de tan llena de momentos vividos, amores, amigos, barras inolvidables, amaneceres únicos, nos la teníamos que sacar y guardarla en un lugar donde no se pierda, como un regalo de un tiempo vivido que nos formó e hizo que amaramos este lugar al punto de sentirnos inmensamente felices de vivir acá!

“¡Ya fue!”, como dicen los gurises... ¡Pero qué bueno estuvo!

En la senda de la realidad, ¡la explanada quedó con una vista espectacular! Dicen que se va a construir un gran deck de madera con escaleras que bajen a la playa. Sin duda va a quedar bien y también sin duda está bueno haber liberado el fantasma de la terraza de esa construcción en ruina que para nada la representaba!

Se dio el paso que se tenía que dar... ahora queda esperar se armonice ese espacio vacío… que de todas maneras les repito: ¡Tiene una vista espectacular!