Así se creó Aguas Dulces

Así se creó Aguas Dulces

Así se creó Aguas Dulces

 

Terminaba el siglo XIX y los pobladores de Castillos en verano se arrimaban a la costa del Océano Atlántico para refrescarse. La disfrutaban muchísimo, pero hacerlo implicaba un verdadero periplo: atravesar dunas, bañados, caminos difíciles de transitar… todo esto a caballo o en carro.

Entonces, algunos decidieron que la belleza del lugar justificaba colonizarlo. De modo que comenzaron a construir los primeros ranchitos. Así fue como poco a poco Agua Dulce (como se llamó originariamente) empezó a poblarse de construcciones de madera y paja construidos sobre los mismos médanos.

Algunos de los nuevos locatarios, incluso comenzaron a edificar para otros: fueron los pioneros en el ofrecimiento de servicios de alojamiento. Como también los veraneantes necesitaban alimentarse y otros artículos, se dieron cuenta de que proveer este tipo de insumos sería bueno. Y así fue.

Desde sus comienzos, el balneario siempre fue aumentando en su número de habitantes y turistas. Hasta convertirse hoy en un lugar preferido ya no solo por los vecinos de Castillos, sino que por visitantes nacionales e internacionales que se enamoran del extraño orden de sus rancheríos y su increíble belleza natural.

Aspectos que lo convierten en un excelente lugar de veraneo y un espacio perfecto para el descanso en absoluta calma durante los meses de invierno.

¿Quieres disfrutar de este paraíso? Puedes buscar tu alojamiento aquí


Publicaciones Destacadas