
La Niki
- Category: Column of María José
- Location: Aguas Dulces

Tenía como 17 años y hace dos noches, el 1º de enero, decidió venir a morir en el frente de nuestro rancho, donde estábamos reunidos. Entró por la porterita con paso enclenque y cayó en el centro del circulo de los que estábamos sentados, quedó echada de costado, apenas movió un poco las manos y quedó quietita, mansa, sabiendo que era lo mejor, que la cajita ya no daba para más.
Voy a intentar describírselas: era una perra vieja, color canela , de pelo corto, con caminar inseguro, como todo viejo, de cabeza siempre baja, con una humildad pocas veces vista, de esa que da el haber vivido una vida en la calle pero al amparo de todos. y digo todos, porque éramos muchos los que asumíamos el darle comida, dejarla echarse a la sombra, darle agua, ayudar en la colecta para los remedios, decirle palabras cariñosas… y les cuento que hasta cobijo, al permitirle meterse debajo de la cama o en el baño, cuando todos festejamos con fuegos artificiales Noche Buena o fin de año, (cosa que a ella le aterrorizaba).
Me parece que sus primeros años fueron en el anonimato, no la registro, empezó a ser nuestra cuando apareció lastimada, atropellada por un auto, luego una quemadura y mas… De esto hace ya muchos años, se fue recuperando y compartiendo el sol, la sombra, la playa, con distintos vecinos o turistas,(ella nos trataba a todos como su familia).
Pasó a ser responsabilidad de todos y ojo! con el que la mirara mal!... quien no la vio caminar por la playa de remera con un nudo al costado?...eran las remeras que pedía Marcos a todos los conocidos para que no se sacara el remedio, para que no se le infestara la quemadura, para que no le diera el sol directo y que el le cambiaba permanentemente, echada en lo de la Pocha, comiendo en la panadería, en el patio de lo de Marcos. Quiso llegar hasta el 2012,(quien no!), recorrió la casa de todos los vecinos, el comentario al otro día que murió, fue, “pasó por casa y le di agua… le di comida…durmió un rato…
Nos juntamos, nos consultamos en que lugar se hacia el pozo y la enterramos.
La noche que murió muchos no se enteraron, por que estaban recibiendo el año en familia, pero el 2 se corrió la voz y ahí si se juntaron todos los tambores y le tocaron . La Kachimba sonó para ella, con respeto, con amor, con magia…y en la oscuridad de la noche, en aquel fogón, muy cerca del mar, cuando los tambores hicieron un “corte”, Mónica a mi lado comentó.… “cuando yo muera quiero que me despidan así!”
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